IGNIV
Los restaurantes de la familia IGNIV se rigen por la misma filosofía culinaria, aunque cada uno con su carácter propio e inconfundible. Basándose en el universo de sabores del chef 3 estrellas Michelin Andreas Caminada, el chef de cada restaurante crea platos imaginativos para compartir. El concepto gastronómico se basa en productos regionales combinados con un toque cosmopolita. Los vinos, cuidadosamente seleccionados por el sumiller jefe Francesco Benvenuto, se centran en botellas grandes. Así surge la experiencia IGNIV, junto con el diseño creado por la interiorista de renombre mundial Patricia Urquiola.
La palabra «igniv», del rético, se traduce como «nido». Expresa el deseo de la empresa de que sus clientes se sientan como en casa en sus restaurantes, como el pájaro en su nido. Además de la excelente hospitalidad y el ambiente acogedor que la interiorista española Patricia Urquiola ha creado especialmente para IGNIV, la empresa, en sus cuatro excepcionales restaurantes, propone a los comensales compartir la comida. Los clientes no tienen que ceñirse a una secuencia tradicional de platos; en su lugar, se les ofrece la experiencia de compartir alta cocina degustando hasta 30 viandas servidas sobre la mesa en numerosos cuencos. Todos los restaurantes IGNIV, es decir, el Grand Resort de Bad Ragaz, el Badrutt's Palace de St. Moritz, el Marktgasse Hotel de Zúrich, el St. Regis de Bangkok, y el Andermatt, siguen la misma filosofía culinaria.
Los jefes de cocina SJoël Ellenberger, Daniel Zeindlhofer, y David Hartwig, y los sumilleres Susanne Schneider e Ines Triebenbacher se han convertido en amigos oficiales de la marca y ya forman parte de la familia CFB.
Los equipos llevan piezas de la colección Manero Flyback, desarrollada especialmente para las altas exigencias de usuarios cosmopolitas modernos y urbanos, así como otros relojes de la colección Carl F. Bucherer. Los elegantes cronógrafos se presentan en una sofisticada caja de 43 milímetros y cuentan con una función flyback que permite a sus portadores restablecer y reiniciar el temporizador al instante. En su interior están impulsados por el movimiento automático CFB 1970, pieza maestra cuya labor incansable se admira a través del fondo de la caja de cristal de zafiro, a diferencia del ajetreo de las cocinas del IGNIV, donde innumerables manos trabajan entre bastidores en los recuerdos inolvidables que se llevarán los comensales.